Oller inició su recorrido en 1966 con una tienda dedicada en exclusiva a la venta de papel pintado. Su fundador, Rafael Oller, era pintor de profesión y un entusiasta del mundo de la decoración.

El negocio va creciendo y, de la mano de la segunda generación, se toma el camino de la especialización dividiendo al equipo en dos líneas. Una parte evoluciona hacia el mundo de la pintura decorativa y la pintura industrial, mientras que la otra profundiza en el ámbito de los complementos para la decoración, tales como cortinas, parquet, papel pintado, cornisas, etc.

Y es esta misma pasión por la decoración la que provoca que en 2012, Gemma Pocorull Oller, tercera generación de la familia, dé inicio al proyecto de Oller Contract.

Junto con su equipo, Gemma se ha especializado en el mundo de los profesionales -textil para contract y complementos para vestir cualquier espacio-, con el objetivo de hacer más dinámica y fluida la ejecución de sus proyectos de interiorismo.