A primera vista, lo que llama la atención de una cortina es su color, estampado o transparencia. No obstante, algo que tiene mucha relevancia es la confección de cortinas, pues condiciona su cuerpo, sujeción y caída.
Mediante este artículo presentamos las diferentes clases de cortinas que mejor combinan con los actuales estilos decorativos.
Tipos de confección de cortinas
La confección más clásica seguramente es la fruncida en la parte superior. Gracias al sistema de pliegues, mantiene oculto el riel por el que se mueve la cortina. Es ideal para espacios elegantes, y su uso también está indicado para visillos. No obstante, algo a tener en cuenta es que se necesita el doble de tejido para lograr ese efecto.
Por el contrario, la más minimalista es la lisa. Cuando está replegada sí se aprecian sus ondas pero al cerrarla queda completamente recta y tersa. En realidad, la estética no es su punto fuerte, sin embargo sí es muy útil en tejidos opacos que no dejan pasar la luz para las cortinas de hoteles.
Otra forma de confección es la de anillas o aros metálicos. Igual que una cortina de ducha, se desliza por una barra mediante el horadado circular del tejido, rematado con las mencionadas anillas. También se necesita doblar la cantidad de tela. Este tipo confiere mayor protagonismo a la barra, por ello recomendamos utilizar un estilo de barra más ornamentado.
Continuamos este listado con las cortinas confeccionadas con presillas. De la misma forma que el tipo anterior, nos valdremos de barras para moverlas de un lado a otro. Pero en este caso, en lugar de orificios en el tejido, es todo lo opuesto. Las presillas son extensiones del tejido en forma de anillas, hilo o cordón. Un estilo que acaparará las miradas en la parte superior.
Finalmente, mencionaremos la confección de cortinas en tablas, cuya separación puede variar en función del gusto del comprador.
Y aún hay más posibilidades que puedes descubrir con el equipo de Oller Contract. Contáctanos y personaliza al máximo cada estancia con cortinas hechas a medida.