Puede parecer extraña la idea de esmerarse en el diseño de los despachos. El concepto tradicional es derivar las funciones decorativas a los elementos del hogar. Sin embargo, cada vez son más los que apuestan por la decoración de oficinas, pues numerosos estudios apuntan a los beneficios directos en el rendimiento del trabajador. ¡Continúa leyendo para descubrirlos!
Qué es la neuroarquitectura
La neuroarquitectura es la disciplina que se interesa por cómo el entorno modifica el cerebro, y en consecuencia el comportamiento, la creatividad y la productividad de las personas. Todo humano es permeable a las impresiones externas y, como el cerebro es plástico, modifica sus emociones y conducta.
Por ejemplo, está demostrado que estar en contacto (como mínimo visual) con la naturaleza relaja la mente y es propicio para trabajos creativos. Y lo mismo ocurre con la decoración interior de tu oficina.
Cómo poner en práctica la decoración de oficinas
Si tienes una oficina o estás a cargo de la decoración de ésta, puedes utilizar colores verdes pastel en los accesorios para reducir el estrés y desacelerar el ritmo de trabajo. Este color traslada a nuestro cerebro la cercanía con los espacios naturales.
Otra cosa que puedes implementar es la colocación de plantas interiores. Quizá, haciendo que cada trabajador esté a cargo de una de ellas. Esto refuerza el sentimiento de utilidad de cada miembro del equipo.
Y, por supuesto, las cortinas y las alfombras aportan calidez a la oficina, que tiene un valor incalculable, pues los trabajadores se sentirán en un entorno calmado y más parecido a un hogar. Esto consolida el sentido colectivo y el trabajo en equipo.